miércoles, 27 de junio de 2007

Calcio y osteoporosis. Mitos y verdades.



Vamos a examinar algunos de los problemas alrededor de este tema, que tienden a confundir el proceso de la enfermedad llamada osteoporosis. Los “expertos” constantemente nos bombardean con su propaganda, intentando vendemos hormonas sintéticas, diciéndonos que comamos productos lácteos regularmente, y llenándonos con una variedad de suplementos de calcio. ¿Estas “opiniones especialistas” son válidas? ¿Realmente necesitamos tomar suplementos de calcio? ¿Ellos actúan previniendo esta enfermedad? ¿Qué hay sobre los productos lácteos? ¿Realmente nos protegen de la osteoporosis?



La Organización Mundial de la Salud ha definido “osteoporosis” como una densidad ósea baja que incluye la presencia de fracturas. La definición médica de osteoporosis, que era “fracturas causadas por los huesos delgados”, se ha redefinido subsecuentemente a “una enfermedad caracterizada por la baja masa del hueso y el deterioro micro-arquitectónico del tejido óseo que lleva a la fragilidad del mismo, con un aumento consecuente del riesgo de fractura”. La baja masa del hueso es sólo un factor de riesgo para la osteoporosis; no es la osteoporosis en sí. El Dr. Love nos ofrece una analogía llamativa: “Esto es como definir las enfermedades del corazón por tener el colesterol alto, en lugar de un ataque cardíaco”.
Innecesario es decir que esta nueva definición ha aumentado número de mujeres y hombres que tienen osteoporosis. Los hombres y mujeres continúan perdiendo masa ósea cuando envejecen. Por consiguiente, el predominio de aumentos de baja masa ósea aumenta cuando las mujeres envejecen. El hueso se fractura debido exclusivamente a su delgadez. Ahora que es más conocida la fisiología del hueso, está claro que ésta no es la historia real.
¿Por qué parece haber ahora muchas más mujeres con osteoporosis que en el pasado? El Dr. Love nos explica: “... parte de este aumento es nada más que un cambio en la definición, al ser más amplio el criterio que define la osteoporosis, es mayor el número de mujeres que entrarán en dicha categoría.



Mito 1: Las mujeres menopaúsicas están en mayor riesgo de contraer osteoporosis



Hay muchas culturas en el mundo dónde la mujer posmenopáusica está en buena salud, activa y saludable hasta el extremo de su vida. Las mujeres mayas viven durante 30 años después de la menopausia, pero ellas no contraen osteoporosis, no pierden altura, no desarrollan “la joroba de viuda” y no sufren fracturas. Un equipo de investigación analizó sus hormonas, niveles y densidad ósea, y encontró que sus niveles de estrógeno no eran más altos que aquellos de las mujeres americanas blancas; en algunos casos eran incluso más bajos. Las pruebas de densidad mostraron que la pérdida de hueso ocurrió en estas mujeres en la misma proporción de sus colegas americanas.



Mito 2: Los bajos niveles de estrógeno son una causa de osteoporosis



Se pensaba que todas las mujeres tienen una disminución considerable en el hueso, a causa del más bajo nivel de estrógeno en la menopausia. Así se dijo que la deficiencia de estrógeno parecía ser la causa de osteoporosis. Continuando las investigaciones, se refutó esta idea. Los estudios individuales que siguen la densidad del hueso de mujeres, con el tiempo han mostrado que aunque algunas mujeres pierden mucho hueso con la menopausia, otras pierden un porcentaje comparativamente pequeño; también, que alguna pérdida empieza antes. Un estudio que utiliza la orina como prueba para medir pérdida de calcio, encontró que algunas mujeres son “perdedoras rápidas” y otras son naturalmente “perdedoras normales”. Si la osteoporosis fuera debida a la deficiencia del estrógeno, nosotros deberíamos encontrar más bajos niveles de estrógeno en las mujeres con osteoporosis que en las mujeres sin este desorden. Sin embargo, los estudios han mostrado que ese nivel hormonal fue similar en mujeres posmenopáusicas, con y sin osteoporosis. Agregando otro aspecto, hemos encontrado que las mujeres vegetarianas tienen más bajo nivel de estrógeno y nivel de densidad ósea más alta que sus pares carnívoras.
El Dr. Jerilynn Prior, Profesor de Endocrinología en la Universidad de Columbia Británica, ha dirigido una seria investigación que contradice el papel importante del estrógeno para prevenir la pérdida de hueso. En su estudio de atletas mujeres encontró que la osteoporosis ocurrió solo en cuando las atletas se volvieron progesterona-deficientes, aunque sus niveles de estrógeno permanecían normales. Prior continuó su investigación con las mujeres no atléticas, y ellas mostraron los mismos resultados. Como resultado de su extensa investigación, confirmó que no es el estrógeno, pero sí la progesterona, la hormona importante de la construcción del hueso. Estos hechos demuestran seriamente la contradicción en cuanto a la deficiencia del estrógeno como eslabón de la osteoporosis.
Entonces ¿por qué un gran número de doctores y ginecólogos sigue diciendo a las mujeres menopaúsicas que la causa de la osteoporosis es principalmente el estrógeno y recomiendan tratamientos de sustitución hormonal, cuándo la investigación también ha mostrado otros factores importantes a la deficiencia de esa hormona como causantes? El estrógeno, opuesto a la progesterona, causa salinidad y retención de líquidos, aumento de la coagulación de sangre, promueve el fibroma uterino, problemas en los pechos, aumento de cálculos, y el trastorno más vivo y más ominoso: aumenta el riesgo de cáncer del endometrio, el prolactinoma pituitario, y el cáncer del pecho.
Es obvio que los elevados riesgos del tratamiento de sustitución hormonal pesan más que los efectos beneficiosos, bastante limitados, sobre el hueso; sobre todo cuando hay muchas otras alternativas eficaces. ¿Merece la pena aumentar el riesgo de una enfermedad amenazante para la vida? Probablemente, una de las razones mayores por la cual los médicos están usando tan a menudo el tratamiento de sustitución hormonal es debido al hipermercadeo que han generado las compañías farmacéuticas, que vieron esto como un gran negocio.



Mito 3: Necesitamos más suplementos de calcio.



Cuando se pregunta por las causas de osteoporosis, la mayoría de las personas responde “falta de calcio”. Dado que el hueso está principalmente compuesto de calcio, podría parecer lógico relacionar la ingestión de calcio con la salud del hueso. Es curioso, sin embargo, que cuando se entrecruzan los datos con los de otras culturas, estos muestran claramente que en los países menos desarrollados, donde las personas consumen poco o ningún producto lácteo e ingiere menos calcio, hay muchas más bajas proporciones de osteoporosis.
Los estudios de poblaciones en China, Gambia, Ceilán, Surinam, Perú y otras culturas, nos informan resultados similares de baja ingestión de calcio y bajas proporciones de osteoporosis. Mientras es un hecho conocido que la proporción de calcio adecuado es completamente necesaria para el desarrollo y mantenimiento de huesos saludables, no hay nada que sugiera una mayor ingestión de calcio que la normal. Sin embargo, deben entenderse otros factores vitales que determinan el proceso complejo de tener huesos saludables. Los huesos son afectados por la ingestión de otros nutrientes de la construcción del hueso; el consumo de sustancias potencialmente perjudiciales para el hueso, como el exceso de proteínas, sal refinada, grasa saturada y azúcar blanca; el uso de algunas drogas (alcohol, cafeína y tabaco); el nivel de ejercicio físico; la exposición a la luz del sol y a las toxinas ambientales; y muchos otros factores que limitan el funcionamiento de las glándulas endocrinas.
Hay 18 nutrientes que son importantes en la construcción del hueso, o realmente esenciales para su salud óptima. Si la dieta personal es baja en cualquiera de estos nutrientes, los huesos sufrirán. Ellos incluyen: minerales (fósforo, magnesio, manganeso, cinc, cobre, boro, silicio, flúor), vitaminas (C, D, B6, B12, K), ácido fólico, ácidos grasos esenciales y proteínas.
El cuerpo sólo usa minerales cuando están en el equilibrio apropiado. Por ejemplo, en las muchachas que consumen datas altas en carnes, gaseosas y comidas procesadas (que tienen niveles altos de fósforo), se ha encontrado una pérdida alarmante de masa ósea. Una proporción de fósforo alta en relación al calcio, hará que éste sea desalojado de los huesos en un esfuerzo compensatorio. Hay ahora evidencias que un alto nivel de suplemento de calcio, está en realidad asociado con un 50% de incremento en el riesgo de fracturas. Todavía no hay ninguna prueba que aumentando la ingestión de calcio (con suplementos o dieta) después de la menopausia, se prevengan las fracturas. Sin embargo se advierte que una dieta rica en calcio durante la niñez temprana y los años pre-menopaúsicos coadyuva a construir huesos más fuertes, mientras reduciría el riesgo de huesos delgados después da la menopausia.



Mito 4: La leche y los productos lácteos protegen contra la osteoporosis



¿Y qué pasa con las comidas lácteas para la fortificación de los huesos? Después que todos nosotros nos hemos adoctrinado con este concepto, es una revelación chocante descubrir que los productos lácteos... ¡¡¡contribuyen a la pérdida de masa ósea!!! Los países que consumen altas cantidades de productos lácteos (como los países escandinavos), tienen las proporciones más altas de osteoporosis.
En la sabiduría del cuerpo, la prioridad más elevada es mantener la acidez y la alcalinidad apropiada para equilibrar la sangre. Una dieta alta en proteínas de carne y productos lácteos, supone un gran riesgo de osteoporosis, porque hace que el tenor de la sangre sea muy ácido. Entonces el calcio debe extraerse de los huesos para restaurar el equilibrio apropiado. Desde cada célula del cuerpo se usa el calcio para mantener la integridad en la sangre. Por consiguiente el cuerpo sacrificará el calcio del hueso para mantener la homeostasis en la sangre.
Hay todavía otros problemas con los productos lácteos. Ellos contienen antibióticos, hormonas estrogénicas, pesticidas y una enzima que es un factor conocido en el cáncer del pecho. Constantemente se bombardea a las mujeres con el mensaje que la guerra contra la pérdida de hueso debe incluir suplementos de calcio y un consumo diario de comidas ricas en calcio, principalmente los producto lácteos. Los doctores recomiendan entusiastamente el uso a largo plazo de estrógeno (sintético) a la mujer en período posmenopáusico, y si se requiere ayuda adicional, pensar en el uso de drogas. Así, armada con este poderoso arsenal, una mujer estará segura que atravesará protegida y libre de fracturas la última parte de su vida. Desgraciadamente, esto está muy lejos de la verdad...
Los tratamientos más populares para la osteoporosis son, de hecho, peligrosos a la salud de mujeres. El estrógeno sintético es una droga carcinogénica conocida. Más suplementos de caldo no sólo son ineficaces para reconstruir el hueso, sino que realmente pueden llevar a deficiencias minerales, calcificación y formación de cálculos en el riñón.



LA PREVENCIÓN ES MEJOR QUE LA CURA



Cuando se quiere asegurar huesos saludables, es importante recordar que no sólo está lo que uno se pone en el cuerpo, sino también lo que uno hace por él. Cada vez con más frecuencia los estudios están validando los efectos sumamente beneficiosos de programas de ejercicio peso-productivos para regular la densidad creciente del hueso en las mujeres del período posmenopáusico. Por lo menos siete estudios bien controlados han mostrado que cuando una mujer ha hecho dietas para perder peso, también ha perdido hueso. El entrenamiento eficaz incluye algunos ejercicios como caminar cuestas ascendentes, andar en bicicleta y caminar con peso en los pies.
La osteoporosis no es una enfermedad de la vejez o debida a la falta de estrógeno o a deficiencia de calcio, pero sí es una enfermedad degenerativa de nuestra cultura Occidental. Nosotros la hemos incorporado a través de hábitos dietéticos equivocados, factores de nuestro estilo de vida y exposición a las drogas farmacéuticas. Es nuestra ignorancia la que nos ha hecho vulnerables a intereses que han torcido los hechos intencionalmente y de buena gana han sacrificado la salud de millones de mujeres en el altar de la ganancia y la codicia. Sólo tomar la responsabilidad por nuestros cuerpos y hacemos el compromiso de volver a un estilo de vida saludable y equilibrado hará que podamos caminar bien el resto de nuestras vidas.



George J. Georgiou


Artículo del World Wide Health Center

jueves, 14 de junio de 2007

No te creas lo que los líderes de los países ricos dicen, mira lo que hacen

De nuevo ha llegado la hora del anual rito emotivo en el que los más poderosos del planeta se muestran tiernos. En Heiligendamm se pondrán del lado de los maltratados de la tierra. Se golpearán el pecho y dirán muchas cosas importantes y necesarias sobre el cambio climático, sobre África, la pobreza el comercio, pero hay una palabra que no saldrá de sus labios: poder. Entre los buenos deseos aristócratas, no reconocerán que el poder que ejercen sobre otros países destruye todo lo que dicen estar defendiendo.
Los líderes del G8 se presentan como una fuerza del bien absoluto. Algunas veces fracasan, pero lo que buscan es hacer del mundo un lugar más justo. Bob Geldof y Bono dan oxígeno a esta mentira, hablando de las buenas acciones que hacen los líderes, o de las buenas acciones que no han podido realizar- pero no mencionan el daño que producen. Se niegan a reconocer que lo que las naciones ricas dan con un dedo lo recuperan con ambas manos.
Mira lo que está sucediendo en Filipinas. Este país sufre bastantes problemas, pero hay uno que destaca sobre los demás. Sólo un 16% de los niños entre 4 y 5 meses son alimentados exclusivamente con leche materna. Este es uno de los niveles más bajos de los que se tiene conocimiento mundialmente que ha descendido en un tercio desde 1998. Teniendo en cuenta que un 70 % de la población no tiene acceso adecuado a agua potable, el resultado es un desastre en la salud pública. Cada año según the World Health Organisation (Organización mundial de la salud) unos 16.000 niños mueren a “consecuencia de una alimentación inadecuada”.
Estas muertes son solo las producidas por los resultados directos de alimentar a los niños con sustitutos de la leche materna. Un sumario de los estudios contrastados y recopilados por los grupos activistas Infact e Ibfan sugiere que la alimentación con leche materna también reduce la incidencia del asma, alergias, cáncer infantil, diabetes, colitis, inadecuado desarrollo cognitivo, obesidad, enfermedades cardiovasculares, infecciones del oído y problemas dentales. Pasar de la botella al pecho podría prevenir un 13% de todas la muertes infantiles- un impacto mayor que ninguna otra medida. Las panaceas en la medicina son escasas, pero la glándula mamaria es una de ellas.
El gobierno de Filipinas y las NNUU culpan a las empresas que producen los sustitutos de la leche materna del declive en la alimentación mamaria. Esas compañías gastan más de 100 millones de dólares americanos al año en publicidad, solo en Filipinas, dicha cifra corresponde a más de la mitad del presupuesto anual del ministerio de salud. Es a los pobres a los que está dirigida esta publicidad, quienes son los más susceptibles a usar agua contaminada para preparar el producto. Son muchos los que gastan hasta un tercio de los ingresos familiares en esta fórmula. La leche en polvo es el producto con mayores ventas de todos los productos de consumo en Filipinas. Prácticamente toda la producción corresponde a compañías basadas en los países ricos.
Desde la caída de Ferdinand Marcos como presidente del país en 1986, el gobierno filipino lleva intentando mediar entre las corporaciones y las madres vulnerables. No lo ha conseguido. Si consigue encontrar un punto débil para legislar, las compañías encuentran otro para hacer lo contrario. Baby milk Action, una de las campanas más fuertes en salud pública ha recopilado un dossier sobre las violaciones del código de marketing de la Organización Mundial de La Salud. Las compañías en cuestión han estado haciendo regalos a los trabajadores de la salud pública y a las madres, impartiendo clases y reuniones para promover sus productos, haciendo campañas publicitarias en televisión en revistas y en periódicos. Estas prácticas, aunque sean, en su mayoría, legales en Filipinas, son desaconsejadas por el código antes mencionado.
El pasado mes de Febrero, la Asociación de la salud y farmacéutica de Filipinas (Phap siglas en Inglés) que representan a las multinacionales, hicieron una campaña publicitaria para expresar su preocupación sobre las madres que son incapaces de alimentar a sus hijos con leche materna. Jean Ziegler, reportero especial de las NNUU describió dicha campaña sobre el derecho a la alimentación como “engañosa, falaz y maliciosa en su intención”. Dice que los anuncios “manipulan las cifras de agencias especializadas como WHO y UNICEF… con el único objetivo de proteger los enormes beneficios de las compañías de leche, sin importar los intereses de las madres e hijos filipinos.”
El último año, con la esperanza de disminuir el desastre de la salud pública, El ministerio Filipino de la Salud puso en marcha una serie de reglas nuevas. Prohibió toda la publicidad y la promoción de la fórmula para los menores de dos años. Impidió que las compañías diesen regalos o muestras, y prohibió que éstas impartiesen clases a las madres y asistencia a los trabajadores del sector de la salud. Las nuevas reglas parecen rígidas, pero todas provienen del código del WHO. El Phap cuyos miembros incluyen a la mayoría de las más grandes compañías farmacéuticas, fueron a la Corte Suprema para intentar conseguir una restricción en las medidas. Cuando fue desestimada llegaron los pesos pesados. La embajada de los EEUU y el representante regional del comercio estadounidense comenzaron a presionar al gobierno Filipino. Después, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de los EEUU en Washington- que representa a 3 millones de negocios- escribió una carta a la Presidenta de Filipinas, Gloria Arroyo. Decía: Las nuevas reglas, “tendrán consecuencias negativas no intencionadas para la seguridad de los inversores”. La reputación del país “como un destino estable y viable para la inversión está en riesgo”. Cuatro días después, la Corte Suprema dio marcha atrás en su decisión e impuso las restricciones que Phap había pedido. Sigue vigente hoy en día. El Gobierno es incapaz de prevenir que las compañías se salten el código internacional.
Entonces el ministerio de la Salud encargó a un reputado abogado del Gobierno, Néstor Ballocillo, a apelar la orden. En Diciembre Ballocillo y su hijo fueron asesinados cuando salían de su casa. El caso sigue sin resolverse; Ballocillo estaba trabajando en varios casos. El mes pasado el representante de comercio regional de los EEUU hizo otra visita al Gobierno Filipino. El ministerio de Salud parece estar inseguro. En dos semanas los activistas que promueven la alimentación mamaria presentarán sus argumentos a la Corte Suprema para intentar levantar la orden, y las compañías tratarán de detenerles. Si las compañías vencen, miles de niños continuarán muriendo de enfermedades prevenibles.
La presión que el Gobierno Estadounidense y su Cámara de Comercio ha ejercido sobre el Gobierno Filipino está en contra de casi todo de lo que el G8 dice apoyar: los objetivos del milenio para la salud y la educación, la erradicación de la pobreza, reglas justas de comercio. Pero las naciones del G8 intentarán sus objetivos hasta que estos vayan en contra de sus propios intereses. Lejos de sus cumbres sentimentales, tiran abajo todo lo que dicen estar construyendo.
La demanda de acción sobre el Cambio climático, el Banco Mundial controlado por los países del G8, que financia centrales térmicas que funcionan con carbón y proyectos de deforestación. El G8 pide mejores condiciones de comercio con África; Europa y los EEUU utilizan las conversaciones del Comercio Mundial para asegurarse que esto no suceda. Los líderes del G8 dicen que la deuda se reduzca; El FMI demanda que las naciones empobrecidas quiten las barreras al flujo de capital, lo que les dejan vendidos. Los líderes del G8 simultáneamente aprietan y lavan sus manos: hemos hecho lo que hemos podido, si hemos fracasado es solo por la corrupción de las élites del tercer mundo.El asunto ya no es si el poder dictatorial que los poderes de las naciones del G8 ejercen sobre el resto del Mundo pueda ser usado para cosas buenas o malas. El asunto es si dejará de ser usado.


George Monbiot
The Guardian

Derecho Penitenciario

El 40% de los presos españoles sufre algún transtorno mental El país con mayor población reclusa de la UE sólo tiene tres centros con un centro psiquiátrico, que en total ofrece 567 plazas.

Diario ADN - Viernes,8 de junio de 2007
El 40% de los presos españoles, unos 26.000 reclusos, sufre trastornos mentales y de personalidad. El 8%, más de 5.000, padece una enfermedad mental grave, según la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
Teniendo en cuenta que España es el país de la UE con mayor población reclusa (65.122, según el sindicato ACAIP) los datos resultan preocupantes. Más aún si se considera que tan sólo tres prisiones poseen un centro psiquiátrico y que entre los tres únicamente ofrecen 567 plazas. El de Can Brians, en Barcelona, 67; el de Fontcalent, en Alicante, 320, y las 120 del centro de Sevilla.
"Pero eso no es lo peor. Lo terrible es que a la mayoría de presos no se le ha detectado la enfermedad durante el juicio o que, incluso sabiéndose el diagnóstico, el juez se ha negado a dictar una condena alternativa a la prisión", señala el responsable del área de Prisiones de la APDHA, Valentín Aguilar.

PÉSIMA ATENCION MEDICA

La entidad ha elaborado un informe en el que denuncia la pésima atención médica que reciben estos presos. "Exceptuando Cataluña, que al estar transferidas las competencias, el sistema funciona mejor", señala Aguilar. No en vano las enfermerías de los centros barceloneses de La Modelo, Quatre Camins o Can Brians disponen de 168 plazas, más las dos del hospital penitenciario de Terrasa (Barcelona). No obstante, por lo general, "los tratamientos no son los adecuados y la medicación se interrumpe con frecuencia hasta que termina por abandonarse", apunta el responsable de la asociación.
En este sentido, el informe alerta de la inexistencia de "coordinación entre los servicios médicos de la prisiones con los servicios de salud mental" de cada autonomía. O a la inversa, casos de enfermos que han entrado en prisión y, por falta de comunicación, ni son medicados, ni los médicos de las prisiones se preocupan de conocer el interno, señala el informe de la APDHA.
"La falta de atención médica sumada a que precisamente en una cárcel no se aprenden demasiadas cosas buenas, las conductas son, por lo general, extremadamente violentas, y la droga circula tanto o más que en la calle, el resultado es que a los presos con enfermedades mentales se les agrava su enfermedad", asegura el responsable de Prisiones de la Asociación.

CENTROS ALTERNATIVOS

A pesar de la carencia de plazas, la creación de más centros psiquiátricos penitenciarios no sería la panacea a este problema.
"Seguirían, como ahora, saturados. En la década de los ochenta, cuando se empezó a suprimir los manicomios, no se pensó en la posibilidad de que estos enfermos estuvieran en pisos tutelados o en centros de día. Tampoco en tratamientos externos para su cuidado ni se pensó en formar debidamente a los funcionarios y crear un sistema de tutela en la prisión. Estas son algunas de nuestras propuestas", apunta Aguilar.
La otra cara de la moneda son las familias de los enfermos. Gran parte de éstas no reciben ayuda de la Administración. "Se necesita invertir más en el ámbito psiquiátrico. Tanto para la prevención, como para las personas que ya se encuentran en prisión. Después de todo, ellas no tienen la culpa de nada, ¿es que acaso podríamos culpar a una persona de haber enfermado de alzheimer?", lamenta un miembro de una de estas familias afectadas.

LAS CIFRAS

El 50% de los enfermos mentales que delinque es porque ha sufrido un brote psicótico, según la APDHA. Generalmente, esto sucede por no seguir un tratamiento médico adecuado. 700 discapacitados psíquicos, algunos adictos a las drogas, han sido registrados por Instituciones Penitenciarias en las prisiones, además de los 26.000 enfermos mentales. El 64% de los presos enfermos mentales cumplen condena por robo y el 11% por atentar contra la salud pública. El porcentaje de reclusos por delitos violentos es nimio.
Ivan M. García

lunes, 11 de junio de 2007

Mejorar la calidad de vida



Guía para el cambio

Es sencillo advertir como se degrada día a día nuestra calidad de vida. Solo basta mirar en derredor. El estado de la ancianidad es deplorable y no resiste comparación con generaciones pasadas; cualquiera puede observarlo en su ámbito familiar y sacar objetivas conclusiones. La niñez es también claro ejemplo de la decadencia. Ni hablar de la gran cantidad de patologías que debemos “agradecer” al moderno estilo de vida: problemas inmunológicos (sida, cáncer, alergias, afecciones respiratorias, esclerosis múltiple, autoinmunes), neurológicos (estrés, hiperactividad, irritabilidad, depresión, demencia senil, alzheimer), hormonales (crisis adolescentes, andro y menopaúsicas, tiroidismo, diabetes, hipoglucemia, fatiga crónica), cardiovasculares (infartos, embolias, aterosclerosis, hipertensión, arritmia) y articulares (artritis, reuma, fibromialgia, inflamaciones).
¿Qué entendemos por calidad de vida? Se trata de un estado de plenitud que no se limita a la simple ausencia de enfermedad, sino al logro de un óptimo estado psico-físico que nos permita:

• Disponer de buen nivel de energía (tanto física como mental),
• Retardar el proceso de envejecimiento,
• Tener buen manejo del estrés y
• Estar libres de aquellos desequilibrios que incorrectamente llamamos enfermedades.

Mejorar calidad de vida depende de cosas que están al alcance de su mano y que podrá incorporar fácilmente en su rutina diaria, beneficiándose usted y todo su entorno familiar. Son cosas que nunca debimos dejar de hacer y que hoy mismo deberíamos retomar. No resulta muy inteligente esperar la aparición de un problema grave, para recién entonces comenzar a modificar los hábitos nocivos. Y peor aún si ya tenemos el problema con nosotros.
Los modernos problemas de salud no son más que distintas manifestaciones de los variados y peligrosos desequilibrios que genera nuestro moderno estilo alimentario, y que cada persona acusa con diferentes sintomatologías. Básicamente se trata de cuadros combinados que afectan a la mayor parte de nuestra población, de los cuales no somos conscientes y cuyos efectos venimos acumulando por décadas:

• Malfunción de los órganos de eliminación (hígado, riñones, piel, intestinos y pulmones)
• Estado de acidosis (desequilibrio ácido-alcalino)
• Baja inmunología (por estrés, carencia de nutrientes y exceso de toxinas)
• Flora intestinal desequilibrada (por antibióticos presentes en alimentos y medicamentos, candidiasis, déficit nutricional…)
• Disfunciones hormonales (procesos inflamatorios, resistencia a la insulina, ingesta de hormonas sintéticas…)
• Exceso de fosfatos (por consumo de lácteos, gaseosas, conservantes, fertilizantes…)
• Carencia de nutrientes esenciales (minerales, ácidos grasos, enzimas, vitaminas, oligoelementos, mucílagos…)
• Supresión de síntomas (abuso de medicamentos)
• Exceso de estímulos (falta de reposo)
• Inactividad física (sedentarismo)

Esta suma de factores va generando dos problemáticas de gran magnitud: toxemia corporal generalizada y deficiente regeneración celular. Si comprendemos esto, habremos hallado la causa verdadera (y por tanto la solución) de los problemas crónicos que arrastramos por años y a los cuales nos resignamos, considerándolos “normales”.
Es sencillo advertir que no hay recetas mágicas para recuperar la plenitud de nuestras funciones. Solo se trata de permitir que el organismo disponga del espacio necesario para retomar su propio y natural estado de equilibrio. Esta capacidad corporal es innata y permanente, pero no la dejamos emerger (y lo que es peor, la vamos agotando) a causa del estado de colapso orgánico que genera el desordenado estilo de vida moderno. Para colaborar con nuestro organismo debemos trabajar en tres frentes:

• Favorecer la depuración
• Frenar la intoxicación
• Reponer las carencias

Dada la importancia de estimular el proceso de depuración, se puede comenzar con reposos digestivos. Esta sencilla práctica se realiza un día a la semana, con el auxilio de frutas de estación. Al mismo tiempo es básico corregir los desequilibrios nutricionales. Tan importante son las cosas que conviene introducir en la dieta, como aquellas que deben eliminarse. A menudo los beneficios de los nuevos aportes, son neutralizados por el nefasto efecto de alimentos artificializados y la consiguiente toxemia.
Debemos tener en cuenta que el organismo se renueva diariamente (en un año cambiamos el 98% de los átomos del cuerpo), y esta renovación se realiza en función a la calidad de nutrientes que ingerimos. El organismo no puede hacer milagros: mala calidad de nutrientes implica mala calidad de células nuevas y por ende mala calidad de los órganos que se renuevan. Por ello veremos sugerencias genéricas para modificar los hábitos alimentarios incorrectos.
En primer lugar conviene eliminar de la rutina cotidiana aquellos alimentos “ensuciantes” y colapsantes de nuestra eficiencia inmunológica, limitando su ingesta a excepciones o eventos sociales. Nos referimos a dos grandes grupos de alimentos. Por un lado los refinados industriales: azúcar blanca, harina blanca, arroz blanco, féculas, sal refinada, aceites refinados, margarinas (aceites hidrogenados), edulcorantes sintéticos y todos los alimentos que los contienen (gaseosas, panificados, golosinas, helados, quesos, aderezos, minutas, galletas, etc). Por otra parte los derivados de la cría animal intensiva (incluidos los lácteos), por su alto aporte de hormonas, antibióticos, metales pesados, grasas saturadas, fósforo, etc.
Como alternativa eficiente, debemos disponer de una despensa bien organizada, o sea provista de aquellos nutrientes esenciales y sin alimentos “ensuciantes”. También es importante tener en cuenta aspectos que hacen a una correcta metabolización de estos nutrientes y a una buena depuración orgánica. En este sentido, resumimos una serie de consejos básicos:
Para organizar la despensa
• Cereales: alternar amaranto, arroz, avena, cebada, mijo, quinoa y sarraceno; preferirlos enteros; trigo y maíz en forma ocasional.
• Legumbres: alternar adukis, chauchas, arvejas, habas, garbanzos, lentejas, mung, porotos blancos (pallares o manteca), negros, rosados y colorados; evitar el poroto de soja.
• Verduras y frutas: todas; preferentemente crudas, orgánicas y de estación.
• Semillas: todas; enteras, molidas (gomasio, multisemilla, queso rallado vegetal) o germinadas (brotes).
• Proteína: huevos caseros, polen de abejas, tofu, pescados de agua fría, cría natural a pasto…
• Algas: todas; remojadas y cocidas las marinas, crudas las espirulina.
• Aceites: presión en frío sin refinar; girasol, lino, chía, soja (en crudo) y oliva (único recomendable para cocción); solos o combinados (mezclas de ácidos grasos esenciales).
• Condimentos: todos; mucha variedad y poca cantidad.
• Fermentos de soja: miso y salsa de soja, sin pasteurizar.
• Endulzantes: miel, azúcar mascabo, yerba dulce, harina de algarroba, pasas, dátiles…
• Energizantes: pan de abejas, raíz de maca…
• Mineralizantes: germen de trigo, levadura integral, queso rallado vegetal, furikake (pulverizado de hojas), sal rosada, sal marina enriquecida…
• Alcalinizantes: limón, cloruro de magnesio, café de semillas, te verde o banchá, ciruelas umeboshi, diente de león, ortiga, incayuyo, congorosa…
• Antiinflamatorios: jengibre, propóleo, ulmaria, llantén, crema de apitoxina, arcilla, homeopáticos (Rustox)…
• Depurativos: tónico herbario, tinturas (cardo mariano, bardana, genciana), homeopáticos (Baplaros)…
• Regeneradores de flora intestinal: chucrut sin pasteurizar, kéfir de agua, palta…
• Hierbas: relajantes (melisa, pasionaria, valeriana) y digestivas (genciana, carqueja, cardo mariano, bardana).
Para organizar una jornada
• Diariamente asegurar la ingesta de algún elemento de cada grupo de la despensa.
• Regularizar las ingestas y evitar vacíos mayores de 3 o 4 horas.
• Iniciar la jornada con un jugo desintoxicante y una caminata oxigenante, demorando el desayuno.
• Hacer la comida fuerte al mediodía, cuando disponemos del mayor poder digestivo.
• Respetar unos minutos de reposo luego del almuerzo.
• Cenar liviano, dejando transcurrir al menos una hora antes de acostarse.
Para organizar una comida
• Asegurar la presencia de hidratos, proteínas y grasas en cada ingesta.
• Preferir la cocción conjunta de los alimentos: guisos, estofados, cazuelas…
• Incluir algo crudo, germinado o fermentado en cada ingesta, para garantizar el aporte enzimático.
• Cuidar el equilibrio ácido-básico, privilegiando los alimentos alcalinos.
• Evitar líquidos con la comida; beber preferentemente antes o entre comidas.
• Evitar frutas o postres después de comer; comerlos preferentemente antes o entre comidas.
Para lograr eficiencia culinaria
• Cocinar lo indispensable, pues la temperatura destruye nutrientes sensibles y esenciales.
• Evitar las altas temperaturas; por encima de 100ºC se forman compuestos tóxicos.
• Cocinar poco los vegetales (vapor, saltado, rehogado…) y usar sus jugos de cocción.
• Cocinar bien cereales y legumbres, evitando consumir almidones crudos.
• Evitar utensilios peligrosos, como aluminio, teflón, microondas…
Para lograr buena asimilación
• Reverenciar lo que nos nutre, agradeciendo el alimento recibido.
• Comer en ambiente tranquilo, alegre y distendido.
• No comer estando cansados o sin hambre.
• Masticar lentamente, favoreciendo la buena insalivación.
• Incrementar la actividad física y la relajación.
• Hacer reposo digestivo un día a la semana, ingiriendo apenas frutas.
• Cuidar la eficiencia de los órganos de eliminación: hígado, intestinos, riñones, pulmones, piel…

Es importante tener presente que no hay soluciones “mágicas”, aunque se trate de cosas efectivas y naturales. Solo una suma de factores -entre ellos la toma de conciencia y nuestra voluntad- puede generar el reequilibrio y la plenitud de nuestro organismo. Tenemos derecho natural a ese estado; sin embargo estamos siempre resignados a la mediocridad. También hay que tener en cuenta que nada cura desde afuera hacia adentro; el verdadero equilibrio siempre se logra desde adentro hacia fuera.

Extraído de "Depuración corporal" , Néstor Palmetti